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Entrevista
No soy un millonario: ‘Chupeta’
Octubre 14 de 2007

Rodeado de una extrema seguridad y esposado, ‘Chupeta’ habló con El Pais. “Me arrepiento de los daños a Colombia, pero muchos tenemos que hacerlo. Soy el que menos ha hecho”, dijo.
Luis Angel Murcia |El País

Juan Carlos Ramírez Abadía habló por primera vez con la prensa colombiana. En la prisión de Campo Grande, la de mayor seguridad en Brasil, El Pais y la revista Semana dialogaron en exclusiva con uno de los capos más ricos y poderosos en la historia de la mafia colombiana. El narcotraficante aseguró estar arrepentido por el daño que le hizo a la sociedad. Manifestó que desea ser extraditado hacia los Estados Unidos, pero anticipó que no delatará a nadie.

Brasil. - Por: Luis Angel Murcia Enviado especial de El Pais

El imperio de Juan Carlos Ramírez Abadía, alias Chupeta, quedó reducido a una celda de seis metros cuadrados.

En ese espacio, uno de los capos más poderosos de los últimos tiempos, padece el aislamiento y estrictas medidas de seguridad.

En Campo Grande, capital de Matto Grosso do Sul, una ciudad de 734.000 habitantes, ubicada en el suroccidente de Brasil, el calor es tan sofocante como el encierro. 37 grados centígrados bajo la sombra es la temperatura promedio.

En esa cárcel, Ramírez Abadía enfrenta los demonios de su claustro, se desespera, grita y hasta llora. Incluso, a través de su abogado ha implorado a las autoridades federales que lo trasladen a una prisión menos rigurosa.

Al sitio de reclusión del capo, para muchos el verdadero sucesor de Pablo Escobar, se llega después de ocho horas de vuelo. De transitar media hora en automóvil y de atravesar diez puertas y cuatro controles de seguridad. Luego se arriba a una sala severamente custodiada, con cámaras de vigilancia y dispositivos para grabación de voz. Lo único confortable es el aire acondicionado.

Allí, el narco respondió a los enviados de El Pais y Semana.

¿Hablaría sobre la corrupción en Colombia?

Sobre la corrupción no tengo nada que decir.

La Comisión de Acusaciones de la Cámara estudia la reapertura del proceso al ex presidente Ernesto Samper porque supuestamente el Cartel del Norte del Valle aportó dinero a su campaña para tumbar la extradición y frenar la retroactividad de la extinción de dominio. Usted formó parte de esa organización que hizo esos aportes, ¿En ese tema colaborará con la justicia?


No sé nada sobre esa situación de dineros para tumbar la extradición.

¿Le parece que Colombia es un país fácil de corromper?

Me parece que es un país con falta de seriedad por parte del Gobierno.

¿Se sintió traicionado por el Estado colombiano?

En una oportunidad me sometí a la justicia y dejé de delinquir; mi organización quedó desmantelada, entregué bienes, dinero y la promesa fue que el problema quedaba solucionado, pero después, por la presión de los norteamericanos volvió el tema que supuestamente habíamos negociado. Habría sido mejor solucionar el problema con los Estados Unidos, que perder tiempo con el Gobierno colombiano.

Hablemos de los empresarios colombianos vinculados con su organización. ¿Qué relación tiene usted con Ricardo Morales, el representante de una firma de carros europeos en Colombia y que al parecer figura en su contabilidad?

Ninguna relación, no sé quien es Ricardo Morales y como tal no tengo relación alguna con él.

Él figura como dueño de Barú, la isla que usted disfrutó por mucho tiempo…

Mire, he comprado muchos bienes de personas que nunca saben que soy el comprador y he vendido muchos otros a personas que tampoco saben que soy el dueño, porque esas operaciones inmobiliarias se hacen a través de un comisionista o un tercero.

¿Hasta cuándo fue suya?

No me acuerdo, pero hace tiempo que la vendí.

Según las pruebas, Morales aparece como ‘Rimax’ en su contabilidad. ¿Cómo explicar esa coincidencia?

No sé explicarle ni sé quién es ‘Rimax’ y eso de la contabilidad cualquiera la puede construir.

¿Cree que es un montaje de una organización que intenta usar su nombre para involucrarlo en más problemas?

Lo único que le puedo decir es que una contabilidad la armo de la manera más sencilla y le pongo nombres. Si quiero perjudicar una persona, simplemente le coloco nombres y valores.

Si esa fuera su contabilidad, lo refleja como uno de los capos más y poderosos de los últimos años en la historia de la mafia. ¿Qué fortuna tiene usted?

No tengo fortuna.

¿Está diciendo que es pobre?

Yo he tenido muchos problemas en la vida, la plata me la he gastado arreglándolos o la he perdido o me la han quitado.

Y entonces qué piensa entregarle a Estados Unidos en el proceso de negociación.

No. Estoy pensando ir a juicio, porque ¿qué negociación voy a llevar a cabo si no tengo nada?

Se dice que va a delatar gente

No. ¿Quién ha dicho eso? Muy distinto es que yo quiero ser extraditado porque tengo que afrontar el problema ahora o en cinco años y por eso lo enfrento de una vez; pero lo que pienso, es ir a juicio, porque no tengo otro remedio y tengo familia.

Asegura ser un hombre pobre, sin embargo con las caletas que le quitaron las autoridades está demostrado que usted la entierra, la deja en los bancos o la mantiene oculta. ¿En qué momento pensó en enterrar toda esa cantidad de dinero?

Primero el Gobierno debe probar si ese dinero era mío.

Entonces ¿parte de esas caletas halladas en Cali eran de Víctor Patiño Fómeque?

No le puedo contestar esa pregunta, esa es una situación a aclarar si soy extraditado.

José Orlando Alzate Alzate facilitó esa información a la DEA y ayudó en el hallazgo de las caletas. Usted se conoció con este ex oficial de la Armada estando en la Escuela de Caballería y tuvo una relación muy estrecha cuando estuvo preso en Palmira. ¿Por qué cree que lo traicionó?

Sí lo conozco, pero cuando yo estaba en Colombia él nunca tuvo funciones de contabilidad o esa clase de trabajos; no sé de dónde saca esa información.

¿Él formó parte de su organización?

No. Lo conocí en la cárcel y no en la Armada, pero él no formó parte...

Él asegura que lo ayudó a graduarse como administrador de empresas...

Nos ayudó en la universidad cuando estábamos presos en la cárcel de Palmira, pero hasta ahí fue la labor que desempeñó. No sé por qué razón resultó hablando de contabilidad.

Su mano derecha en Colombia era Laureano Rentería, quien además tenía como misión cuidar las caletas que se hallaron en Cali. Él fue envenenado estando en prisión, le dolió su muerte?

Él era amigo de mucha gente. Si me dolió.

¿Quién lo mató?

Él se suicidó por su situación personal, eso es lo que dicen.

¿A usted hay que tenerle miedo?

Miedo ¿por qué?

Es que usted tiene fama de ser sanguinario, terrible, pero también de inteligente. Sin embargo, sorprendió la denuncia en el sentido que fue extorsionado en cuatro oportunidades por la Policía Antinarcóticos de Brasil e incluso le secuestraron a dos amigos.

Ellos tendrán que explicar su situación porque yo directamente aquí en Brasil dije que no conocía absolutamente nada de esos hechos.

Pero usted mismo negoció el pago del rescate de sus dos amigos secuestrados.

Con mi abogado presente ante un delegado de la Procuraduría dije que no conocía nada de esos hechos.

Usted dio un millón de dólares por esos rescates e incluso los de la Policía le ofrecieron pagar con coca. ¿Por qué el temor de revelar esos hechos si sus amigos ya se lo dijeron a la Procuraduría?

Serán ellos entonces los que tienen que responder y decir si fue cierto, porque yo no sé nada.

¿Quiénes están mintiendo?

Estoy diciendo la verdad y así se lo expliqué a la Procuraduría. Quiero agregar que estoy dando esta entrevista por mi familia, a raíz de las especulaciones surgidas en Colombia en torno a que estoy hablando con los norteamericanos. Ni siquiera se sabe si voy a ser extraditado hacia los Estados Unidos o tengo que pasar unos años aquí en Brasil.

¿Se arrepiente de todo el daño que le hizo a Colombia?

Me arrepiento, pero tenemos que hacerlo muchos, porque parece que únicamente fuera yo la persona que le ha causado daño al país. Yo sí he causado daños, pero creo que soy el de menos.

El envío de droga a EE.UU.

Según un documento secreto de la Administración de Lucha contra las Drogas, DEA, por su sigla en inglés, y al cual tuvo acceso este diario, durante los últimos 17 años el Cartel del Norte del Valle ha enviado hacia Méjico y los Estados Unidos un millón de kilogramos de cocaína por un valor cercano a US$2,5 trillones.

Ese mismo informe confidencial de la DEA revela que Juan Carlos Ramírez Abadía participó directamente en el asesinato de diez personas en Colombia y su organización ejecutó otros 350 crímenes, de los cuales cinco de ellos fueron perpetrados en New York.

Sumado a esto, para la Agencia Federal Antidrogas de ese país, ‘Chupeta’ y su organización “participaron directamente en el tráfico de drogas, lavado de dinero, soborno a autoridades policiales, políticos, rapto, tortura y asesinato de informantes”.

Por esa razón, el capo y muchos de sus socios pertenecientes al Cartel del Norte del Valle deben responder por varios delitos en tribunales federales como California, Florida, Colorado, Washington y New York.

Con base en esos hechos, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América alista tres motivos de extradición basados en los delitos de corrupción, conspiración y elaboración y distribución de cocaína.

En la actualidad, el capo deberá responder por los cargos de lavado de activos, corrupción, falsedad en documento público y conformación de grupos. Lo que daría una condena de 27 años.

El número

15
millones de dólares ofreció Miramar, una productora de cine estadounidense, para que el capo colombiano cuente su historia de vida.
 


 

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